La agencia de CheapFlihghts.com crea una lista de los 12 destinos más raros a donde van turistas. Y tenemos que darles mucha razón, dicho sea de paso.
¿Quieres visitar un museo del pelo o ir a una isla de muñecos? Pues hay turistas que sí.
El museo del pelo está en Turquía en Avanos donde 16.000 mechones cubren tanto las paredes como el techo de este espacio. Todo el pelo proviene de las donaciones que realizan los visitantes del museo,
La Isla de los Muñecos está en México. En Xochimilco, en México, está uno de los lugares más curiosos e inquietantes del mundo en lo que se conoce como la Isla de los muñecos, lugar en el que cientos de estos juguetes infantiles cuelgan de los árboles. Pero en este caso hay leyenda: esta costumbre comenzó cuando uno de los habitantes de este lugar encontró una muñeca junto a una niña «misteriosa» que había fallecido ahogada. Desde entonces, se dice que todas las muñecas que fueron añadidas con el tiempo están poseídas por las almas de otras niñas fallecidas. Curiosamente, Julián Santana, el hombre que encontró a la pequeña falleció ahogado en el mismo punto 50 años después.
Pero ¿y visitar una réplica de Stonehenge hecha con 38 coches de desguace? Pues es el denominado Carhemge de Nebraska (Estados Unidos) y en el cual participaron 35 escultores en 1987 haciendo un clon en cuanto a las dimensiones del monumento original.
¿Ir a un mercado inglés en China? Pues también se puede. En Songjiang cerca de Shanghai. En 2011, 10.000 parejas chinas acudieron a este pueblo de estilo británico para casarse en un macroevento.
Siguiendo con la categoría de museos raros, hay uno en Boston, Estados Unidos, dedicado al arte cutre y otro en Yokohama, Japón, que reúne unos 3.000 envases de ‘noodles’ instantáneos.
Si pasas por Nuevo México resulta visita obligada para todos aquellos amantes de lo paranormal ya que supuestamente fue el lugar donde se avistó un OVNI en 1947.
Aunque parezca mentira, Chernobyl se ha convertido en punto de atracción turística tras el accidente nuclear ocurrido el 26 de abril de 1986.
En la sección de hoteles, entre los más excéntricos se encuentra el ‘Undersea Lodge’, un hotel submarino en Florida al que sólo es posible acceder buceando más de 6 metros de profundidad.
Para los turistas que disfrutan durmiendo en el avión, el hotel Jumbo Stay, en el aeropuerto de Estocolmo, ofrece la posibilidad de alojarse en un auténtico Airbus 747-212B. Este hotel-avión consta de 27 habitaciones y 76 camas distribuidas en el interior de la nave, incluida la cabina de los pilotos
