Maridamos carrilleras de ternera con Colección Privada 2013 de Dehesa Pago de Carrizal 3
Maridajes

Maridamos carrilleras de ternera con Colección Privada 2013 de Dehesa Pago de Carrizal

Hoy creo que os podemos dejar uno de los mejores maridajes que llevamos este año. Por un lado, un vino espectacular que nos ha encantado. Y por otro, una receta que hacemos un par de veces al año y que era merecedora de este vino, como son las carrilleras de ternera.

Llevábamos unos días con ganas de catar este vino pero estábamos esperando hacer la receta merecedora. Ya habíamos catado este vino en su añada del 2012, por eso estábamos esperando la cata de esta nueva añada. Y no nos hemos equivocado en la elección.

Colección Privada 2013 de Dehesa Pago de Carrizal

Un vino que nos ha encantado y que, a los amantes del vino tinto con personalidad, seguro que os encantará también.

Estamos ante un vino de los considerados como ‘Vinos de Pago’, la mayor calificación en términos de calidad en los vinos españoles. Está elaborado con las varietales Syrah, Merlot y Cabernet Sauvignon, tres varietales poco habituales en España pero de las más cultivadas y empleadas para grandes vinos en el mundo.

Se trata de un vino que se elabora con estas tres varietales pero que se vinifican por separado, pasando posteriormente 14 meses en barricas de roble francés y de cuya unión posterior surge este vino que Dehesa Pago de Carrizal lo elabora en una edición limitada de poc más de 7.000 botellas.

Un vino que nos encanta en vista , con un color rojo picota en copa parada y ribetes rubí en movimiento. Nos anticipa que estamos ante un vino muy personal, de carácter y con una complejidad que hay que descubrir poco a poco en cada copa.

Nariz intensa, compleja, con aromas a frutos negros y cierto toque a fruta roja muy madura. Toques especiados que le dan aromas ligeros herbáceos.

Dnde nos ha gustado más es sobre todo en boca. Una entrada elegante, potente, incluso sabrosa. Un paso por boca delicado y fino, con unos taninos muy suavizados y perfectamente equilibrados. Aparece la carga frutal muy conjuntada con los toques especiados. Acidez justa y, a nuestro entender, perfecta.

Un final largo y persistente con un postgusto que invita a seguir probándolo.

Es un vino que refuerza cualquier plato que tenga enfrente, en especial las carnes guisadas, por eso nos decantamos por estas carrilleras de ternera.

Nos encanta su evolución en copa. Si la primera que tomamos nos pareció muy buena, las siguientes nos parecieron excelentes. Se abre el vino y nos trae muchos aportes en nariz y boca que al principio no se perciben. Si disfrutamos de él lentamente, podemos llegar a percibir las características de las diferentes varietales, algo que nos dejó unas excelentes sensaciones.

Sin duda, uno de los mejores vinos tintos que llevamos probados en lo que va de año.

Carrilleras de ternera guisadas

Lógicamente, para un vino como este, necesitábamos un plato de carne que estuviese a su nivel. Nos decantamos por esats carrilleras guisadas al vino tinto.

  • 10 Carrilleras de ternera
  • 3 Cebollas mediana
  • 3 Zanahorias
  • 1½ Puerros
  • 4 Dientes de ajo
  • 4 Vasos vino tinto
  • Aceite de oliva
  • Sal
  • Pimienta negra molida
  • 1½ Vaso de agua
  • Romero

Guarnición: 6 patatas medianas cortadas en cuadrados fritas y pimientos del piquillo.

Limpiamos de grasa las carrilleras y reservamos. Mientras picamos mucho las verduras y el ajo, y en una sartén con aceite bien caliente (dos cucharadas de aceite de oliva) pochamos todas las verduras que hemos cortado. Sacamos las verduras y las reservamos mientras se escurren.

Salpimentamos las carrilleras y las enharinamos un poco y las pasamos por la sartén donde habíamos dorado las verduras. Cuando veamos que se doran las retiramos.

Cogemos una olla y ponemos las verduras pochadas con un poquito de aceite y echamos las carrilleras. Echamos el vino tinto, el agua y el romero, mezclamos y dejamos cocinar durante una hora y media a fuego muy lento.

Para ir controlándolas, al cabo de una hora comprobamos la textura de las carrilleras e iremos miando si nos queda mucho o no.

Nosotros lo que hacemos a continuación es colar la salsa que queda en la olla y pasarla por la turbi y se la volvemos a echar en las carrilleras pero ya colada y filtrada. Además, nos permite probar la salsa y rectificar de sal y pimienta por si fuera necesario.