No penséis que al poner este postre con crema ligera ya es prohibitivo para los que quieren estar a dieta. Se trata de un postre light, como dice nuestra amiga Rocío del blog La Cocina de mi Abuelo que es la autora y que ya indica que si alguien quiere un postre con más ‘potencia’, se puede usar queso mascarpone, con lo cual ya deja de ser ‘light’, pero gana más en sabor.
Váis a ver lo sencillito que es este postre y lo resultón que nos queda.
Los ingredientes son para dos personas ya que para cada uno emplearemos media naranja.
- 1 naranja
- 1/2 tarrina de queso de untar light o mascarpone, si no queremos que sea tan light
- 1 huevo pequeño
- 1 cuchara de azúcar o edulcorante al gusto
- 1 cuchara de fécula de maíz
Opcional: 1 chorrito de cointreau o de amaretto, que siempre recomendamos.
Lo primero es partir a la mitad la naranja y exprimirla con cuidado de no estropear la cáscara. Vaciamos las cáscaras con una cuchara y desechamos la pulpa ya exprimida y reservamos para rellenar.
Echamos en un cuenco el zumo de naranja, la cuchara de fécula de máiz, el edulcorante o azúcar, una gotas de agua y el chorrito de licor si lo vamos a emplear y mezclamos todo muy bien.
Echamos en un cazo la mezcla y ponemos a fuego lento.
Echamos el huevo batido y mezclamos bien hasta que la crema se espese. Retiramos y dejamos enfriar.
Añadimos a la crema fría el queso con cuidado y mezclamos bien, probamos si tiene dulzor suficiente y retificamos si es necesario.
Rellenamos las cáscaras de naranja, decoramos con hojas de menta y unas guindas confitadas y dejamos enfriar en la nevera hasta la hora de servir.
