Doradas al horno con vino blanco 1
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Doradas al horno con vino blanco

Hoy os dejamos una receta que hemos realizado hace muy poco por última vez y que hemos comprobado que, además de estar sabrosísima y ser muy sencilla, resulta económica, algo muy interesante en estos tiempos.

La hemos hecho con dos doradas ‘de ración’ para dos personas y con suerte, si pillas este pescado de oferta, por poco más de 7 euros tienes un manjar de plato.

Ingredientes:

  • Dos doradas de ración
  • Dos cebollas medianas
  • Media docena de patatas medianas para asar
  • Una cucharada de mantequilla
  • 3 Dientes de ajo
  • Un limón
  • 4 Zanahorias
  • Aceite de oliva
  • Sal
  • Perejil
  • Tomillo
  • Pimienta en grano
  • Un vaso de vino blanco

Como váis a ver, la dificultad de esta receta es mínima

Cortamos las patatas en gajos sin quitarles la piel (siempre que sean patatas de asar). Troceamos la cebolla, una en tiras y otra en trozos (las cebollas se pueden saltear previamente en una sartén si queréis). Cortamos laa zanahorias en trozos grandes como bastones. Reservamos todo.

Vamos a limpiar el pescado (si no nos lo han limpiado en la pescadería). Quitamos todas las escamas, podemos quitarle las tripas si queremos o bien dejárselas (nosotros se las dejamos). Si la dorada en gruesa, procederemos a hacerle unos cortes en los lomos para que se haga bien por dentro. En nuestro caso, al no ser muy grande, no se las hemos hecho.

Podemos poner el lecho de a fuente del horno con las cebollas y las doradas encima. Nosotros hemos preferido untar con un poco de mantequilla el suelo y ponerlas tal cual y repartir las patatas, las zanahorias y las cebollas a nuestro gusto para que todo el conjunto coja el sabor de la salsa.

Añadimos el limón en rodajas, el perejil muy picado, los dientes de ajo muy picaditos y espolvoreamos por encima, tomillo, sal y pimienta en grano. Todo lo rehogamos con el vaso de vino blanco.
Precalentamos el horno a 120º y metemos nuestra bandeja con calor por arriba y por abajo. Entre 35 y 40 minutos hará falta (en función del grosor de las doradas), para tener un exquisito plato.