Hoy os dejamos esta receta que hemos elaborado recientemente para maridar un vino blanco que nos ha llegado para catar y creemos que el resultado fue genial. Ojo, que con algún tinto joven o rosado fresco, también es buen maridaje.
Se trata de un Chipirón relleno sobre lecho de puré de patata y con mermelada de zanahoria. Es una receta sencilla pero que lleva tiempo porque realmente son tres cosas: chipirón relleno, puré de patatas y la mermelada de zanahoria.
Todas las partes son fáciles pero llevan su tiempo.
Chipirones rellenos:
- Chipirones
- Huevos
- Harina
- Aceite
Ya los hemos hecho en alguna ocasión en este magazine y los rellenos que pueden llevar son muy variados. Nosotros en esta ocasión hemos escogido la cabeza del chipirón, trozos picados del cuerpo de otros chipirones, huevo cocido. Pimiento rojo, chorizo muy picado, carne,…, infinidad de variantes.
No se salará el chipirón que se rellenará y cerrará con la mezcla que hayamos escogido. Aviso, que no queden muy rellenos, porque al guisarlos se encogen bastante. Los enharinamos y los echamos en una sartén con fuego caliente.
Ya los tenemos, si los fuésemos a guisar, los reservaríamos, y seguiríamos como en la receta que os comentamos en su día.
Hoy cambiamos.
Puré de patata:
- Patatas
- Mantequilla
- Agua
- Sal
- Pimienta
De lo más sencillo. Cocer bien 4 patatas medianas tirando a grandes. Cuando estén cocidas las llevamos a un ‘chino’ por las que las iremos pasando a medida que vamos echando también cucharaditas pequeñas de mantequilla. Revolvemos hasta conseguir la textura que queramos (más o menos fluida), salpimentándolo al gusto.
Mermelada de zanahoria:
- Dos zanahorias
- Aceite
- Vinagre de módena
Dos zanahorias grandes que se deben de cortan muy finas, como si fuesen láminas transparentes. Este es el truco ya que este corte hace que pierdan el dulzor. Las ponemos en la satén al fuego y cuando estén blandas se pasarán por el chino o una turbi. la textura puede quedar entre un paté y una mermelada dependiendo de las cantidades que se echen. Para más líquido recomendamos una cucharada de aceite y un poco de vinagre de módena. Para nuestra presentación la queremos muy suelta pero sin llegar a ser líquida para que no se escurra por el plato.
El emplatado ya veís como queda.
